La casa, diseñada por Antoni Bonet Castellana para la familia Gomis-Bertrand es, en términos arquitectónicos, el mejor ejemplo del racionalismo catalán.
Se trata de una casa de grandes dimensiones desarrollada en planta baja, y articulada por un elemento estructural único: un módulo cuadrado, donde cuatro pilares metálicos delgados, esbeltos, sustentan un arco revestido de gres. Los materiales utilizados en su construcción son principalmente vigas de acero, hormigón armado, gres vitrificado y vidrio.

Se trata de todo un ejemplo de integración de la arquitectura a su entorno natural, ya que los cerramientos verticales de las fachadas se funden con el exterior, gracias a sus muros de vidrio semitransparentes u opacos, reflejando el paisaje que la rodea.

En nuestra visita prestaremos especial atención a los interiores, diseñados teniendo en cuenta esta conexión espacial y visual con el entorno natural, y por descontado a los muebles, que fueron diseñados específicamente para este espacio y son, en gran parte originales.