El ébano africano es el ébano originario por antonomasia, una de las maderas más apreciadas desde los antiguos egipcios hasta nuestros días por su calidad y tonalidad oscura.
Del ébano, eben, proviene el nombre del oficio de ebanista surgido en el siglo XVII. Los ebanistas se dedicaban a adornar las cómodas, los burós y las mesas con chapas de maderas preciosas y marqueterías (entre ellas el ébano, pero no únicamente). Normalmente, los ebanistas cubrían las estructuras de pino o roble que realizaban los carpinteros.
Otras especies de Diospyros no son comercializadas por su color claro y otras lo son en forma de troncos.
Notas históricas
La palabra ebanista, traducción de la palabra original francesa ébéniste, deriva de la madera del ébano, una especie exótica importada de Cuba y de la India a través de Portugal, esta última mucho más cara, predilecta para la construcción de pequeños muebles y objetos de la mejor categoría ya desde mediados del siglo XVI. En Cataluña, sin embargo, a diferencia de Francia, el término ebanista aplicado a los artesanos del mueble catalán no se documenta hasta el siglo XIX (MESTRES; PIERA 1999: 63). En los inventarios de Felipe II aparecen ensambladores de ébano como aquellos artesanos especializados en el trabajo del ébano y de otras maderas exóticas y preciosas, normalmente de origen americano (CASTELLANOS 1990: 64), pero no será hasta 1630 aproximadamente cuando aparece el término ebanista para designar a este artesano en España, que también trabaja el carey y el marfil en el mobiliario (AGUILÓ 1990: 113).
El ébano ha sido una de las maderas más preciadas durante toda la historia del mueble desde su importación a España en el siglo XVI, dada su excepcionalidad y exotismo, aparte de su color negro intenso y la finura y homogeneidad de sus fibras. El ébano de Madagascar era de un negro intenso, mientras que el de Portugal, proveniente de Brasil, era de un tono pardo rojizo. Por su escasez y elevado precio, es extraño encontrarla en macizo.
Hasta el siglo XVI se empleó en piezas pequeñas o en marqueterías con pequeñas caligrafías de hueso o marfil embutidas sobre fondo de ébano con motivos vegetales y alados, como mariposas, a la manera italiana (MAINAR 1976: 72). Esta decoración se aplica en pequeños muebles, como las arquetas, o en pequeños objetos artísticos valorados como auténticas obras de arte, empleados para guardar objetos valiosos, como joyas u otros elementos preciados por su propietario.
La tipología de mobiliario donde el ébano fue el protagonista fueron los escritorios, tanto en formato arquilla como en arquimesa (con tapa abatible que cierra el cajón). En los inventarios de Felipe II constan un gran número de escritorios construidos con una gran variedad de maderas, desde pino y nogal para los ejemplares más prácticos, hasta ébano para aquellas piezas dedicadas a la exhibición y la contemplación (CASTELLANOS 1990: 90).
A partir del siglo XVII se extiende su aplicación en finas chapas de entre 1 y 2 mm (RODRÍGUEZ 2006: 140). El desconocimiento europeo respecto al brillo intrínseco del ébano hizo que se utilizara en contraste con otros materiales como el marfil o el carey (PIERA 2020: 25). Durante el siglo XVII el escritorio fue el mueble principal de representación y prestigio y formaba parte de un mercado de lujo enfocado a la nobleza y a las clases acomodadas europeas. Los escritorios de ébano y marfil napolitanos son los más frecuentes durante la primera mitad del siglo XVII, una pieza básica en las viviendas nobles y de clase alta. Estos se construían tanto en pequeñas dimensiones para los estrados como en las dimensiones habituales para las salas de representación (AGUILÓ 1990: 112). Aparte de los escritorios, durante el siglo XVII el ébano también se empleó en las camas conocidas como camas portuguesas, aquellas que se construían de ébano o palisandro y bronce (AGUILÓ 1990: 130).
El ébano se complementaba con otros materiales, como el marfil y el carey o metales preciosos como la plata, y con técnicas caras y complejas, como el verre églomisé. La documentación de la época nos revela una presencia muy superior de ébano de lo que cabría esperar por los pocos ejemplos que nos han llegado, pero en el caso de falta de ébano se recurría a la madera de jacaranda o de palisandro.
La imitación del ébano también fue todo un arte. Durante el barroco las maderas blandas, como el pino o las maderas de ribera, se teñían de negro para imitar el ébano. Esta técnica se conoce como ebonizado y era frecuente en aquellas personas de cierta categoría social pero no suficiente para permitirse piezas confeccionadas con ébano.
El ébano empezó a caer en desuso a lo largo del siglo XVIII, aunque nunca se abandonó del todo. La caoba fue la madera que sustituyó al ébano como material preferido para la confección de mobiliario de lujo durante todo el siglo XIX (MESTRES; PIERA 1999: 124 y 128). Sin embargo, pasada la época isabelina hubo un repunte del uso del ébano y del gusto por el negro. La oscuridad del ébano y de la madera ebonizada se impone a la caoba. Ahora, se decoran con flores, pájaros y pequeñas figuras coloreadas con incrustaciones de nácar barnizadas (GÜELL; JORBA 2008: 11).
El ébano volvió a aparecer con fuerza durante el Art Decó, un estilo en el que las maderas exóticas como el ébano o el ébano de Madagascar, la caoba o el palisandro tuvieron una gran repercusión. Entre todas ellas, el ébano fue de los materiales más relevantes en esta nueva estética (GÜELL 2018: 135). Uno de los principales ebanistas de Art Decó fue Jacques-Émile Ruhlmann (1879-1933), especializado en el uso del ébano de Madagascar (GÜELL 2018: 136). Durante el Art Decó, el ébano se combinó con materiales que tradicionalmente no se habían empleado, como la piel de raya (también conocida como galuchat), la pizarra, el acero o el vidrio.
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[1] Desde el reinado de Luis XIV, la producción de mobiliario estaba muy regulada en Francia. Por un lado, a raíz del proyecto de Versalles, en el año 1662, el ministro de finanzas de Luis XIV, Jean-Baptiste Colbert, reagrupó todos los talleres de París bajo la reformada Manufacture Royale des Gobelins, dirigida por Charles Le Brun, pintor del rey. En los Gobelins trabajaban tapiceros, orfebres, fundidores, grabadores, ebanistas y carpinteros, entre otros artesanos. Por otro lado, los gremios, establecidos desde la edad media, también regularon la producción de las artes decorativas hasta la Revolución Francesa, en el año 1791. En el caso que nos ocupa, los gremios dedicados a la producción de mobiliario recibían el nombre de Corporation des Menuisiers-Ébénistes. La Corporation diferenciaba dos oficios: en primer lugar, los carpinteros, que fabricaban tableros (boiserie), y, en segundo lugar, los fabricantes de mobiliario. A su vez, estos últimos se dividían en dos especialidades: los menuisiers y los ébénistes. Los primeros se encargaban de la fabricación de piezas macizas, normalmente consolas, sillas y camas, con toda clase de maderas. Los ébénistes se dedicaban a decorar las cómodas, los escritorios y las mesas con chapas de maderas preciosas y marqueterías, entre ellas el ébano, pero no exclusivamente.
Gabón, Mozambique, Tanzania, Madagascar, Congo o Zambia
Color
La albura es de color claro, claramente definida, y la madera del duramen es oscura, casi negra. A veces presentan vetas de color blanco.
Fibra
Recta, ocasionalmente entrelazada. Poco nervio.
Gra
Fino.
Duresa
Muy dura, 7.0 en el test de Monnin.
Densitat
Muy pesada, con una densidad de 900-1.010 kg/m³ al 12% de contenido de humedad.
Durabilitat
Madera seca y madura muy duradera frente a xilófagos y hongos. La albura es poco duradera frente a los agentes degradantes de la madera.
Impregnabilitat
Madera del duramen no impregnable.
Usos
Instrumentos musicales, escultura y tornería, mangos de herramientas y útiles, chapas decorativas (en pocas ocasiones), incrustaciones, acabados de interior de lujo.
Preu/disponibilitat
El ébano es una de las maderas más caras del mundo por su escasez. No se dispone de información sobre las masas forestales ni de suministros certificados. Está incluida en las listas de especies en extinción por la IUCN. Se recomienda el uso de ébano reciclado o la utilización de otras especies, tintadas.
Propietats tecnològiques
● aserrado - fácil. El desgaste de las sierras es rápido
● no presenta buenas aptitudes para la obtención de chapas por desenrollo o por corte a la plana.
● en el mecanizado y por su dureza se precisa utilizar útiles de carburo de tungsteno
● encolado - difícil
● clavado y atornillado - precisan taladro previo
● acabado - no presenta problemas
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