Se comete con frecuencia un error al valorar las maderas llamadas vulgarmente cedros, que se hallan entre las más valoradas del mundo desde la antigüedad. En general son duraderas y aromáticas. Algunas tienen una larga historia en su uso para la fabricación de cubiertas y viviendas debido a su durabilidad natural, pero debemos aclarar que dentro de los llamados cedros hay varias especies y mucha confusión; por ejemplo, el cedro del Himalaya es el Cedrus deodara, una conífera de la familia Pinacea, también lo es el denominado cedro del Atlas (Cedrus atlantica o cedro del Líbano), que en ocasiones algunos autores consideran una variedad o subespecie del cedro del Líbano Cedrus libani var. atlantica (Endl.) Hook.f. o Cedrus libani subsp. atlantica (Endl.) Batt. & Trab., o también una especie diferente, Cedrus atlantica (Endl.) Manetti ex Carrière, según la autoridad botánica a la que se recurra en los tratados botánicos y florales. También es una conífera el cedro de Chipre, que es el Cedrus brevifolia, y todas estas especies tienen características muy similares y son fáciles de trabajar. Dentro de estas características de uso y aromáticas se encuentra el cedro americano, también llamado cedro español, cedrela mexicana, C. fissilis, aunque no tienen nada que ver con los anteriores en cuanto a su origen botánico, ya que pertenecen a un grupo totalmente diferente. Estos cedros, como nuestra muestra, son frondosas de la familia de las Meliaceae que se acostumbran a comparar con la caoba, pese a que son más ligeras y además tienen una estructura distinta, fácil de distinguir.
Notas históricas
El cedro es una madera mediterránea y se utilizó abundantemente durante el Renacimiento italiano (RODRÍGUEZ 2006: 100). Según apunta Mainar, se trata de una madera con un grano muy fino, lo que la hace muy apta para ser pulimentada con cera. Además, fue una madera muy apreciada y utilizada en el interior de los muebles por su condición aromática (MAINAR 1999: 37).
El cedro americano se importó a la península desde mediados del siglo XVI y se menciona con frecuencia durante los siglos XVII y XVIII en arcas, bufetes, escaparates y escritorios. Se importaba desde América central, especialmente desde México y Nicaragua, en todas sus variedades (cedro rojo, cedro blanco, etc.). Por este motivo en la península contamos con cierto número de piezas de producción mexicana realizadas con madera de cedro.
En 1584, para la fabricación de las librerías de la Biblioteca del monasterio de El Escorial, realizadas por Giuseppe Flecha, según menciona el arquitecto renacentista Juan de Herrera, se llevó a cabo una cuidadosa selección de maderas para disponerlas con rigor geométrico perfecto. Las maderas preciosas y exóticas que se usaron para la construcción de las librerías son la caoba, la balata, el ébano, el naranjo y el cedro (CASTELLANOS 1990: 85-86).
Durante el siglo XVII, en Nápoles y España, se desarrolla una característica tipología de escritorio. Se trata de piezas destinadas a un mercado de alto nivel social y se construyen con materiales lujosos como el carey y el ébano. Los interiores de estas piezas se construyen con madera de ribera y maderas locales como el nogal para los cajones con filetes de marquetería de boj. Los laterales podían ser chapeados de madera de cedro. En los casos en que no se disponía de ébano, se podía utilizar el cedro ebonizado, es decir, pintado de negro para imitar la preciada madera africana (MUEBLE ESPAÑOL 1990: 294).
Durante el siglo XVIII, los ebanistas franceses cubrían las estructuras de los muebles que construían los menuisiers con paneles de marquetería de maderas exóticas, entre ellas el cedro (SOUCHAL 1963: 14).
El siglo XIX catalán hace un uso muy importante de la caoba, pero también aumentó durante esta época el consumo de otras maderas que se mantuvieron en el mobiliario de mediados del siglo XIX. Entre estas maderas encontramos el cerezo, el palisandro, el ébano y el cedro.
Mónica Piera y Albert Mestres mencionan dos fuentes documentales en las que se hace referencia a la presencia del cedro en distintas viviendas del siglo XIX: «Un llit de fusta de cedro amb guarnició negra [...] un cobrallit de indiana de fondo blanch ab mostra groga y sarrell de cotó blanch” y en el comedor “una taula de fusta de cedro»; «Un canapè [...] cinch cadiras de fusta de cedro ab asiento y respatller guarnit amb domàs carmesí [...] una escaparata de cedro ab vidres devant y dintre la imatge».
Durante el modernismo la madera de cedro se siguió utilizando en los talleres contemporáneos a Gaudí, Vidal o Busquets. El uso del cedro fue especialmente reconocido en los interiores de los armarios. Estos se realizaban con madera de jacaranda en el exterior y de álamo o de ribera en el interior. Este se revestía con madera de cedro o de doradillo (MAINAR 1976: 313).
Cedro, cedro real, cedro español (Es), Cedrela (Cat), American cedar (En), Cédre rouge (Fr)
Família
Meliaceae
Procedència
América central y América del sur
Distribució geogràfica
Desde Costa Rica hasta Argentina, el Caribe y las Antillas
Color
La madera del duramen varía del gris rosado pálido al marrón rojizo con rayas pronunciadas y un gran brillo dorado; claramente delimitada de la albura de color blanquecino o rosa amarillento. La madera de los árboles más jóvenes tiende a ser más clara y se oscurece con el paso del tiempo.
Fibra
Recta, en alguna ocasión entrelazada.
Gra
Mediano.
Duresa
Janka 600 lbf (2,670 N).
Densitat
Ligera, con un peso medio que se sitúa entre los 490-520 kg/m3 al 12% de humedad.
Durabilitat
La madera de cedro es de forma natural resistente al ataque de hongos e insectos, está, por tanto, catalogada como durable, gracias a la resina. Es apta para su uso en exteriores.
Impregnabilitat
Madera del corazón de poco a nada impregnable. Albura de bien a medianamente impregnable.
Usos
Mobiliario de calidad, tanto interior como exterior, chapas de madera natural, construcción de casas, instrumentos musicales, artesanía —cajas de puros, juguetes—, fabricación de embarcaciones y ataúdes.
Preu/disponibilitat
Precio moderado, pero probablemente es difícil de conseguir. No hay evidencias de la existencia de partidas de madera certificada. No es una especie en peligro de extinción, aunque los ambientalistas aconsejan no utilizar la madera de los bosques antiguos.
Propietats tecnològiques
● aserrado - fácil. La resina puede ensuciar las sierras y que queden poco afiladas. Desgaste de las sierras normal. Se pueden utilizar sierras de acero o de aleaciones.
● buenas aptitudes para la obtención de chapas por desenrollo o por corte a la plana.
● mecanizado - no presenta problemas, aunque se pueden producir trocitos de fibras.
● Para un buen cepillado, se recomienda reducir el ángulo de ataque de las cuchillas al 20º.
● Difícil de taladrar.
● encolado - fácil, pero la presencia de resinas puede requerir que antes sea tratada la superficie.
● clavado y atornillado - no presentan problemas.
● Antes de aplicar los acabados es importante tapar los poros.
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