Ficha técnica

  • Término preferente
    Pino (tratado)
  • Identificador
    035
  • Nota de alcance
    La madera de pino es probablemente la más utilizada y conocida. Ello es debido a varios factores, entre los que destacan su abundancia, la facilidad para ser trabajada y su versatilidad.

    Tiene buenos índices de resistencia, contracción y dilución, e impregnabilidad. No destaca en ninguno de ellos, pero la combinación suele ser buena.
    Esta es una muestra de pino tratado. Se suelen realizar estos tratamientos para la construcción y su uso en exteriores con el fin de preservarla de ataques de hongos e insectos. Cuando el uso previsto implica que la madera se encuentre en el exterior, es decir, sometida al sol, al viento, la lluvia, los insectos, etc., el tratamiento debe ser más radical.

    Actualmente el tratamiento se realiza en general con CCA. Se aplica en métodos por vacío-presión; el procedimiento hace que el preservante (CCA) reaccione con los azúcares de la madera para formar “precipitados” insolubles, lo que transforma la madera en una substancia no alimentaria para hongos, carcoma, termitas y otros agentes destructores.

    Al formarse estos precipitados insolubles la duración de la madera así procesada es indefinidamente larga, dado que estos no se evaporan, como en el caso de la mayoría de preservantes que se aplican a pincel, ni tampoco se disuelven en agua.


    El proceso transfiere a la madera un tono ligeramente verdoso, que con el tiempo se vuelve gris. El método de impregnación denominado vacío-presión es un sistema de ciclo cerrado que no debería provocar cambios ambientales ni residuos tóxicos que puedan ser nocivos. Las maderas impregnadas con CCA (generalmente pino) pueden durar mucho más de 50 años a la intemperie sin ningún otro tratamiento adicional.
  • Notas históricas
    La madera de pino es un material muy frecuente en Castilla, especialmente en la construcción de muebles en macizo. Históricamente, igual que las maderas de ribera, se ha utilizado para las estructuras y las partes no visibles de los muebles (baldas de escritorios y armarios, cajones, travesaños, base para muebles chapeados, etc.), y se suele combinar con el nogal, madera por excelencia del mueble en la península. El pino es una madera adecuada para ser teñida y con frecuencia se ha modificado su apariencia para asimilarla a otras maderas más nobles, como el nogal o el ébano (madera de pino ebonizada) (RODRÍGUEZ 2006: 272). La madera de pino también ha sido un material utilizado para aplicar la conocida laca española o charol (ORDÓÑEZ 2006: 69-88).

    En el siglo XII hallamos ya documentación que evidencia el uso de pino para la construcción de muebles y pequeños objetos. Mainar se refiere a un inventario catalán de 1149 en el que aparece mencionada una arquita mozárabe en la que los filetes de madera oscura destacan sobre una base de pino (RODRÍGUEZ 1990: 28). Por otro lado, una de las piezas catalanas más antiguas que ha llegado hasta nuestros días es el banco presbiteral de la iglesia románica de Sant Climent de Taüll de los siglos XIII-XIV, construido precisamente con pino, en origen policromado y dorado. No es de extrañar que gran cantidad de mobiliario medieval se construyera con madera de pino, ya que el uso de las maderas locales, como el álamo blanco, el nogal o el pino, era lo más habitual.

    Normalmente, las arquetas y los cofres medievales construidos con pino se cubrían con piel o con otras técnicas decorativas como la policromía o el pastillaje dorado o policromado. Cabe destacar las arquetas pintadas hispánicas medievales, construidas habitualmente con un armazón de pino con decoración policromada. En el Museu Frederic Marès se conserva una destacada colección de ellas (CATÀLEG 2017).

    Desde el Renacimiento la madera de pino es utilizada en muebles populares y en otros de cierto nivel económico. En el testamento de Felipe II se citan más de cuarenta escritorios, algunos de ellos construidos con madera de pino combinada con nogal (CASTELLANOS 1990: 90).

    Durante el siglo XVII los gremios estaban muy compartimentados y se regían por una normativa inflexible en lo referente, entre otras cuestiones, al uso de los materiales entre entalladores y carpinteros, de forma que los carpinteros tenían prohibido trabajar la madera de nogal, y, por lo tanto, estaban obligados a realizar las piezas de mobiliario con pino. Suponiendo que las tiñeran para imitar el nogal o alguna otra madera, una de las caras debía ser de tono natural (AGUILÓ 1990: 113).






    Es interesante mencionar la denuncia que interpuso el gremio de carpinteros de la ciudad de Barcelona en 1737 a Domingo y Jeroni, dos hermanos de «nación romanos». Estos construyeron ilegalmente «dos calaxeras a tall de escriptori» y «dos taulas otxavadas a joch de damas». Además, los carpinteros reclamaban que las piezas se quemaran, ya que habían sido construidas con madera de pino y nogal, mientras que las ordenanzas disponían que el nogal solo se combinara con la madera de álamo blanco (MESTRES; PIERA 1999: 153).

    Durante el siglo XIX la madera de pino se siguió utilizando, igual que en el siglo anterior, en estructuras de muebles chapeados y en las partes interiores, como los cajones o los anaqueles. Asimismo, cabe destacar que durante el siglo XIX la compraventa de madera era un negocio importante. Normalmente, los artesanos que necesitaban comprar madera se veían obligados a pedir crédito. Es digno de mencionar el caso del carpintero barcelonés Eulogi Soler, que en 1827 tuvo que hipotecarse para pagar a Francesc Viñas, comerciante de Mataró, «vàrios cargaments de taulons, pi de Suècia dits vulgarment de Flandes» (MESTRES; PIERA 1999: 217 y 219).

    Con el modernismo, la madera de pino se utilizó tanto en estructuras como en elementos constructivos. Son de destacar las puertas de madera de pino tallada de la Casa Batlló diseñadas por Antoni Gaudí, la sillería de Joan Busquets con madera de pino dorada en la estructura, el mueble auxiliar del domicilio-despacho de Josep M. Jujol, diseñado por él mismo, de madera de pino tallada y calada, o las marqueterías y los muebles de la Casa Lleó Morera, diseñados por Gaspar Homar.
  • Definiciones
    Nom científic
    Pinus sp. (Tractat)
    Nom comú
    Pino (Es), Pi (Cat), Pine (En), Pin (Fr)
    Família
    Pinaceae
    Procedència
    Europa
    Distribució geogràfica
    Europa, Eurasia y América
    Color
    La albura es de color blanco amarillento o amarillo claro. El duramen del tronco va de un amarillo anaranjado a un marrón rojizo.
    Fibra
    Recta entrelazada.
    Gra
    Grueso/basto.
    Duresa
    Blanda, 2,4 en el test de Monnin.
    Densitat
    Semiligera, 400-610 Kg/m3 al 12% de humedad.
    Durabilitat
    Muy duradera ante la humedad, hongos e insectos.
    Impregnabilitat
    Albura poco impregnable. Duramen no impregnable. Solo es efectivo si se impregna en cámaras de presión.
    Usos
    Casas y barcos de madera, carpintería de exterior, tablas y traviesas, tarimas y parqués.
    Preu/disponibilitat
    Madera de precio moderado por tratarse de madera de pino. Las masas forestales, la producción y la exportación son importantes.
    Propietats tecnològiques
    ● Como cualquier pino
    ● El pino tratado se vende en tamaños determinados y no se debe cortar ni reducir mucho para no eliminar el tratamiento que se mantiene en la parte exterior (1-1,5 cm)

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